I


I

No, no hay más miseria que la vida misma soy prueba de ello
Aunque en un principio prometió rosas solo encontré espinas
Afiladas espinas, espinas que atraviesan mi alma afligida
La desgracia es mi compañera he de aprender a amarla.
La muerte tan lejana como la vida
Pues este momento es un castigo de supremo;
Sé que viviré cuando mi amada muerte venga a mí y me lleve
Cuando el supremo deje de burlarse de mi alma; sádico.
Solo pequeños pensamientos románticos
Me dan la energía para existir;
La enfermedad es mi amante
Siempre acariciándome,
Sutil pero funesta.
Aunque no llegue a acabar
Con mi inerte existencia…….. 

   


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