La vampiresa


Oh belleza mía,
 belleza maldecida
 que a mi corazón
 yergue y seduce
 con los encantos de dioses
y castigos de infernales demonios.

 Oh criatura nocturna
 oh vida consumida
 en tu belleza mi cuerpo
 sucumbe y mi alma
tu destruyes y secuestras
de la calma.

 Tu mi vampiresa
clavas con presteza
tus colmillos con certeza
en mi garganta palpitante,
de mi cuello salta la sangre abundante
y la bebes deleitándote
que corre por montones
en tu boca y pecho
chorrea inmenso.

 Mis huesos se deshacen
 Cuando caigo preso de tu desnudez
 Que harto de embriaguez
 Me incita a los instintos animales
Mas bajos y carnales,
Yago ahora muerto,
Estos instintos, los que me desesperan
Los que me torturan
para siempre mi agonizado corazón.

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