Bosquecillo
Cuando cierta tarde
agotado,
entre en un
bosquecillo apartándome del camino
dulce bálsamo el que
aspire
cuando el viento trajo
consigo el aroma de rosa,
y melancólico en busca
de ti
pude contemplar, y
quedar sosegado
de tu trémula mirada.
Oh! Suspire pues el
perfume frutal
que por mis sentidos
captaban
me hicieron recordar
tu floral aroma,
y añorándote rosa mía
caí rendido en una muy
mullida cama
de flores, ansiando encontrarte
el suave arrullo del
viento
y el canto de sus ninfas
me decían
que al seguir adelante
te encontraría.
Siguiendo el pequeño y
fantástico sendero
que por el bosquecillo
atravesaba,
llenándome de fantasías
tiernas que junto a ti vivía.
Fue al internarme en
el centro del paraíso
que te encontré,
bella y lánguida te hallabas
recostada al pie del árbol
del que se desprendía
tu exquisito perfume.
Fui a ti mi flor
bella,
oh! Cuando allí
contemple tu extensa hermosura,
oh! Cuando al besar
tus mejillas de tez latina
cuando tus labios me
llamaban para besarte
me hundí en la negrura
de la noche del sueño eterno.
Comentarios
Publicar un comentario