Desandando.
Desterrado desandando
en esta vida
ella no fue mía
ni una caricia fue
conocida
ni la luna me ilumina.
Siendo errante
mi alma muere con cada
aliento de esta vida
siento lejana mi tumba
encerrado en su
indiferente mirada.
No hay sosiego en este
invierno
pues los cáveles
helados y marchitos encuentro
ya su caricia es ansiada
un beso esperado.
Un clamor es oído
en el silencio
nocturno
un llanto en el nicho
un aroma a muerto se
extiende por mi lóbrego aposento.
¿Cuál es su sombra?
¿Cual siniestra mano
mueve mi desdicha?
Su corazón oigo latir
dentro de mi pecho
pero nunca fue mío.
Sus ojos son el
diestro predador
sus garras estrangulan
mi alma
y sus colmillos
destrozan mi garganta
verla es aterrador.
Mi corazón es mutilado
mi espíritu agonizando
deseando morir
pero ¿quien será mi
salvador?
Deseando el siempre,
tierno y esperado
abrazo mortuorio
de la guadaña el
inquebrantable susurro,
y el beso que me hará
partir de este suplicio.....
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